El branding es un elemento fundamental
que todo tipo de negocio o empresa debe tener en cuenta para que los
consumidores o clientes realmente entiendan el propósito del producto o
servicio que se va a ofrecer. Para hacerlo, es imprescindible
describirlo de una forma detallada, exaltando sus beneficios y las
necesidades que va a cubrir.
Para ello, existen algunos puntos clave que debemos tener presentes
para que este branding esté bien enfocado y exprese el posicionamiento
de la nueva marca de una forma clara, diferencial, simple y relevante.
Conocer a tus consumidores mejor que nadie. Conocer
sus necesidades, hábitos, estilo de vida… Esto te permitirá posicionar
tu oferta en el lugar adecuado y dirigir tu comunicación hacia los
canales adecuados.
Posicionarte respecto a tu competencia respondiendo la pregunta: ¿Qué hace que mi producto/servicio sea mejor o diferente al resto?
La marca NO es más importante que el producto o el servicio al cliente: Los emprendedores serían muy incrédulos si creyeran que podrían tener éxito con productos inferiores si su marketing tuviera “mejor pinta”. Apple no lo hizo. No hay un atajo para construir una gran marca y menos si se parte de cero. Se debe trabajar en la construcción de productos que la gente adore y proveer a los clientes con servicios que les mantenga contentos, SIEMPRE. El producto también forma parte del branding. Otro buen ejemplo es IKEA, que supo perfectamente ofrecer un producto de calidad y diferenciado que traspasó valores y significados a la propia marca de manera “automática”.
La marca NO es más importante que el producto o el servicio al cliente: Los emprendedores serían muy incrédulos si creyeran que podrían tener éxito con productos inferiores si su marketing tuviera “mejor pinta”. Apple no lo hizo. No hay un atajo para construir una gran marca y menos si se parte de cero. Se debe trabajar en la construcción de productos que la gente adore y proveer a los clientes con servicios que les mantenga contentos, SIEMPRE. El producto también forma parte del branding. Otro buen ejemplo es IKEA, que supo perfectamente ofrecer un producto de calidad y diferenciado que traspasó valores y significados a la propia marca de manera “automática”.
La marca debe tener una audiencia concreta: Muchas veces, para posicionar tu marca es preferible ir a un target cualitativo y no cuantitativo. De esta manera, se le otorgan significados más fácilmente y no dispersas su posicionamiento. Un caso particular lo encontramos en dos marcas de automóviles con un prestigio reconocido. Mercedes Benz y BMW se dirigen, teóricamente, a un mismo público. Personas con un poder adquisitivo alto que quieran disfrutar de la experiencia de conducir, de sentirse únicos. Sin embargo, éstas se han posicionado en dos lugares distintos.
Apuesta por la experiencia del consumidor: Da a tus consumidores algo de qué hablar – simplicidad, menos es más, personalización, proceso de compra innovador, etc.-. Un ejemplo es IMAGINARIUM que, a través de su retail, ha convertido la compra de juguetes en una nueva experiencia.
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