martes, 31 de enero de 2012

¿Qué aspectos debe comprender el Manual de Acogida 2.0?

La mayor parte de las organizaciones disponen de un manual de acogida / de funcionamiento, podíamos decir 1.0, en el que se recoge la información general de la empresa, sus productos, canales de comunicación interna, organigrama, las funciones del puesto de trabajo, horarios, permisos, confidencialidad, normativa interna, la cultura de la empresa y todo aquello que la empresa considere oportuno para favorecer la integración de los empleados en su puesto de trabajo.



Las empresas activas en redes sociales se mueven, además de en un entorno físico, en un entorno digital en el que sus trabajadores también están presentes y por este motivo, es necesario que pongan a disposición de los mismos el Manual de Acogida 2.0.

¿Qué aspectos debe comprender este manual?

Dependerá del tipo de actividad, volumen, etc. Pero a grandes rasgos serían los siguientes:


  • Introducción en la que se explique cuál objetivo de la empresa en Redes Sociales y se enumeren las diferentes canales activos.

  • Aclarar que la línea editorial de los diferentes canales debe de ir acorde con el sitio web principal.

  • Identificar a la persona o personas responsables de las diferentes Redes Sociales.

  • Tener previsto un comité con capacidad de decisión que pueda dar respuesta de forma ágil y eficaz a posibles crisis en estos canales.

  • Habilitar flujos de comunicación interna, para hacer llegar al departamento responsable y al Community Manager, toda información susceptible de su publicación.


En cuanto a las cuentas personales:

Este es un aspecto delicado pero como forman parte de la organización, se deberán ofrecer una serie de recomendaciones incluso cuando interactúen en redes sociales a través de sus cuentas personales.


 
Algunas de estas recomendaciones podrían ser:


  • Las opiniones compartidas serán de carácter personal y en ningún caso se le pueden atribuir a la organización.

  • Cualquier empleado podrá expresar esa condición libremente.

  • Usar correo no corporativo a la hora de registrar perfiles.

  • Evitar participar en acciones que puedan llevar a un desprestigio de la organización.

  • Actuar de forma transparente.

  • Evitar publicar comentarios despectivos u ofensivos

  • Durante la jornada laboral, hacer un uso responsable y orientado a mejorar los servicios prestados por la organización.

  • Recordar que cualquier actividad en la red queda registrada de forma indefinida y accesible para cualquier usuario.


Asimismo, sería conveniente que la empresa ofreciera a sus empleados un plan de formación en esta materia, para que todos aquellos que quieran participar, ya que el buen uso de estas herramientas, puede reportar importantes beneficios para la imagen de la organización en Internet.

jueves, 26 de enero de 2012

Un cliente insatisfecho comenta a una media de 10 personas su descontento

El cliente sigue siendo el Rey... ¡Tratémosle como se merece!
En una época como la actual marcada por una crisis que no acaba de dejarnos, el cliente, consumidor, usuario o como prefiramos llamarlo, debe ser más que nunca bien atendido porque, según datos de la American Management Association (AMA), 'un cliente insatisfecho comenta a una media de 10 personas su descontento'. Pero -y aquí lanzo el primero de los interrogantes que merecen una profunda reflexión-, ¿de verdad sabemos qué opinión tienen nuestros clientes de nuestra marca o empresa?

La AMA revela otro dato demoledor: las empresas no reciben ninguna queja del 90% de los clientes que han perdido. Por lo tanto, ¿cómo gestionamos nuestra relación con nuestros clientes? ¿Somos capaces de establecer una conversación con ellos que nos permita identificar qué es lo que realmente necesitan?

El cliente no informa a las empresas de sus experiencias de compra (ni positivas ni negativas) porque tiene la sensación de que éstas van a ser una fuente de molestia adicional y una pérdida de tiempo. Y las excusas más habituales para no quejarse, felicitar, sugerir o preguntar a la empresa son del tipo:




  • De todos modos, nadie me hubiera hecho caso…

  • No sabía a quién quejarme ni dónde quejarme

  • Habría tenido que esperar mucho tiempo antes de obtener una respuesta

  • Atención al Cliente tiene un horario muy limitado

  • No estaba muy seguro de cómo hablar de la situación


¿Crees que muchos de tus clientes se pueden sentir así con tu empresa? ¿Qué haces para fomentar esa conversación con el cliente? Si 5 de cada 6 clientes dejan de serlo por considerar que el personal es apático o poco servicial, ha llegado el momento de entronizar al cliente y que sea él el centro de todas nuestras acciones.

Invitalo a conversar



Un claro objetivo es conseguir que sean más los clientes que nos comunican sus experiencias de compra porque sus opiniones serán, sin duda, vitales para poder ofrecerles un mejor servicio, fidelizarlos y que se conviertan en los mejores embajadores de nuestra empresa. Unos consejos útiles para que el cliente se sienta como un Rey:



  • Cuantos más canales de comunicación le brindes, mejor. Que la sección 'CONTACTO' salga del escondite y ocupe un lugar primordial en tu web permitiendo que te pueda enviar sus comentarios de una forma fácil y rápida; déjale escribir en tu muro de Facebook; crea -si aún no la tienes- una cuenta en Twitter y conversa con tus clientes…

  • Que la conversación sea bidireccional. No hay nada más frustrante para un cliente que no ser escuchado. Dale respuesta a sus opiniones en el menor tiempo posible. En tu relación con el cliente, ¡el tiempo es mucho más que oro!

  • Pregúntale. Pídele su opinión sobre tus productos y servicios a través de encuestas y las redes sociales. Gestiona debidamente el feedback de tus clientes, sacando conclusiones y tomando decisiones.

  • Es de bien nacido: Hay que hacer caso al viejo refrán: dale las gracias una y mil veces a tu cliente. Sin él, no eres nada. EL SIGUE SIENDO EL REY

martes, 24 de enero de 2012

Los siete principios sobre la reputación de las marcas

Un estudio reciente sostiene que la empresa detrás de cada una de ellas es un factor crítico en la decisión de los consumidores. El 70% de los clientes encuestados afirma que evita adquirir productos si no les gusta la firma que los fabrica.

 
La calidad de los productos es fundamental para el éxito de cualquier marca. Pero no es lo único que importa. La reputación de una empresa también puede ser letal a la hora de querer establecer algún tipo de vínculo con los consumidores.

Según Marketing News, un estudio de Weber Shandwick asegura que siete de cada diez consumidores no compraría productos si no les simpatizara la firma que los fabrica.
En este sentido, el documento señala que casi el 90% de los encuestados asegura que "la fortaleza de una empresa es tan importante como la de la marca del artículo".

A su vez, la investigación identifica siete principios que describen un contexto en el que el consumidor ya no compra esos bienes basándose sólo en sus características, sino que también toma decisiones en función de la reputación del fabricante.



Estos son:

1. Las características de la empresa son tan importantes como la marca del productoLa gran mayoría de los ejecutivos (87%) cree que una firma corporativa fuerte tiene tanto peso como una marca de producto. Además, reconocen que esta última se beneficia de la reputación general de la compañía que lo produce (65%). Por otra parte, aseguran que a la gente le importa las empresas que hay detrás de aquello que adquiere (55%).

2. La reputación ofrece una garantía de calidad
Los productos son los beneficiarios de una reputación
corporativa fuerte.
De acuerdo con el estudio, el 70% de los consumidores declaró que evita adquirir lo que es fabricado por compañías que no les gustan. Además, un 67% de ellos comprueba las etiquetas para verificar cuál es la compañía fabricante.



3. Cualquier desconexión entre reputación de marca y producto provoca una dura reacción
Más de la mitad de los compradores (54%) declaró sorprenderse al descubrir que un producto o servicio que aprecian proviene de una compañía que no les gusta.
Cuando se les preguntó cuál es su reacción cuando esto ocurre, la mayoría contestó que suelen dejar de comprarlo (40%) o buscan online para obtener más información acerca de qué otros artículos son fabricados por esa empresa.

4. Los productos lideran el debate, seguidos muy de cerca por la reputación
Los errores corporativos opacan los éxitos de las marcas. En el informe, se preguntó a los consumidores acerca de lo que hablan cuando debaten sobre las compañías.
En el primer lugar aparecen los productos. Siete de cada diez encuestados declaró que frecuentemente dice lo que piensa sobre el producto que compró.

Además, entre los cinco principales temas de debate se incluyen los siguientes:
• El servicio al cliente.
• El trato a los empleados.
• Los errores de la empresa.
• Los escándalos
de la compañía.
• Sus sentimientos hacia la firma en general (su reputación).



Los consumidores declararon que están más predispuestos a comentar sobre los escándalos o los errores de una firma (43%) que sobre sus buenas acciones corporativas (37%), cuidados medioambientales (31%) o servicios a la comunidad (29%).

5. Los consumidores crean la reputación de forma instantánea
Una pregunta inevitable es: ¿qué fuentes de influencia conforman la percepción de los compradores sobre las compañías?
Como era de esperar, los encuestados señalaron que el "boca a boca" es la principal influencia (90%) en su opinión sobre una firma. Además, también se sienten condicionados por los estudios y críticas online (83%) y los resultados de búsqueda en Internet (81%).

6. La reputación corporativa contribuye al valor de mercado de la compañía
Los ejecutivos estiman que una media del 60% del valor de mercado de sus firmas es atribuible a su reputación.
Esto explica por qué las compañías han aumentado las actividades que fomentan este punto.

7. Para los consumidores, la reputación es más importante que los ingresosMás de la mitad de los consumidores señaló que confían más en comprar productos de empresas con una posición más prestigiosa que de otras con previsiones positivas en el precio de sus acciones. Seis de cada diez ejecutivos consultados indicaron que preferirían ver a sus firmas en los medios por su buena reputación, más que por una previsión positiva del precio de sus acciones.

Es que tanto consumidores como ejecutivos reconocen que la fama es algo perdurable y duradero, mientras que el resultado financiero puede ser cíclico y cortoplacista.
 Fuente: Iprofesional

lunes, 23 de enero de 2012

¿Y para qué segmentamos?, o el arte de perder el tiempo

Hasta ahora los que nos dedicábamos a esto del Marketing nos encantaba Segmentar. Así pasábamos los días, segmentando. Ahora ya no, o si, pero no sirve para nada. La Segmentación ha dejado de tener sentido, al menos como la conocíamos.







Si tomamos cómo definición de Segmentación la que da Beerli: “la herramienta mediante la cuál se divide el mercado en distintos grupos de clientes homogéneos, cuyas supuestas reacciones a los esfuerzos de marketing serán iguales o parecidas “(Beerli A  - “Comportamientos de los segmentos del Mercado Bancario Minorista”)

Y esto, en mi opinión , está sucediendo por varias razones, pero la principal es porque las variables de segmentación tradicionales ya no valen.  Los aguerridos hombres y mujeres de Marketing tratábamos de identificar esos grupos homogéneos de clientes en función de cuatro variables: Edad, sexo, renta y geografía. Así pensábamos que el hombre, rico (de clase media alta, solíamos decir), urbano de entre 35 y 55 años, se comportaba de manera distinta a la mujer, pobre ( de clase media baja, era lo políticamente correcto), rural y de menos 35. Y ahora, ya les digo, no parece que pase esto, en realidad no ha pasado nunca, pero en tiempos de alegría (Antes de la crisis) la cosa no se notaba.


Y no pasa porque:



  • La Renta ha dejado de ser un indicador válido para segmentar. Hasta ahora teníamos ricos y pobres y ahora, con la que está cayendo, parece que también; pero un pobre  (Es para entendernos) también consume, viaja, compra cosas. Ahora la gente invierte en sus hobbies y no es extraño ver a gente que le gusta el ciclismo, un suponer, con buen material pedaleando un domingo por la mañana en la Casa de Campo, independientemente de su nivel de renta.  Las personas de sociedades desarrolladas, y la nuestra a pesar de todo lo es, invertimos en nuestros hobbies y lo que pasa, pero nos cuesta entender, es que el rico se puede permitir más hobbies que el pobre. Pero en el hobby que coinciden invierten lo mismo. ¿O es que el último modelo de las zapatillas Mizuno sólo se lo compran los ricos?, ¿Cuántos aficionados al ciclismo con una renta anual de menos de 80.000 pesos tienen una bicicletade alta competición?


  • La Edad tampoco nos ayuda mucho, basta con darse una vuelta un domingo  la hora del aperitivo por el castizo y burlón barrio del Cerro de las Rosas en Cordoba, para ver cómo un montón de cuarentañeros se resisten a dejar de ser jóvenes. Fuman cigarritos de la risa, mientras calzan Converse. Antes los hijos no querían ponerse lo que se ponían sus padres, ahora son los padres los que le quitan la chomba adidas a sus hijos, mientras ayudan a su vecina a subirse a su mini cooper.

  • Lo del Sexo se veía venir desde hace años y gracias a la tan cacareada incorporación de la mujer al mercado laboral las pautas de consumo ya no son distintas entre sexos.  Hay mujeres y hombres que cocinan y mujeres y hombres que no. Sexo en Nueva York es una comedia protagonizada por mujeres apta para todos los sexos. Y para complicarlo todo (MKTianamente hablando, claro) el Pink Money (poder de compra de la comunidad LGBT) cada vez condiciona más la propuesta que hacen las marcas, independientemente de las tendencias sexuales que cada uno es muy libre de hacer y hacérselo con quien quiera/pueda.

  • Nos queda la Geografía y tampoco parece que por ahí podemos encontrar algo. La línea entre el modo de vida rural y el urbano cada vez, si es que existe, es más invisible. Tus amigos de Facebook, estén donde estén, tienen más capacidad de influir en tus hábitos que el vecino de arriba, un yuppie hortera que hace de la ostentación su imagen de marca, o personal branding para ponernos cool. Que bueno es ser cool!



Y en esas estamos, la segmentación, tal y cómo la conocíamos, no tiene mucho sentido, pero "sillones" como son la mayoría de los directivos “MKTineros” y la pasta que nos dejamos en ERP´s, CRM,s y herramientas varias que nos dicen cosas cómo: El 76% de las personas que compra pañales, compran cerveza también en el mismo acto de compra. Solución: Pañales a la cerveza para niños con barriguita y tendencia a la barra; o en el caso de grandes superficies publiquemos QUILMES + HUGGIES 20% Dto. (Es  broma, eh….por si acaso). Y es que nos es por ahí , debemos de ir a qué nos compre todo el que quiera y tenga pasta para pagar por lo que le ofrecemos. Pero eso nos lleva a replantearnos la organización , a introducir flexibilidad en la producción, en la logística, en la configuración del precio, a comunicar de manera distinta de la que lo hemos hecho hasta ahora, a pensar en mercado y no en producto, a, a a, …..¡Ufff mucho trabajo con el calor que hace! Me quedo como estoy , pegadito al brasero que se está calentito y gestionando poco a poco la miseria, en vez de pensar en cómo crear de riqueza que es lo sano.


jueves, 19 de enero de 2012

¿Cómo llevar las novedades de la empresa a los medios?

Los medios de comunicación son un canal de difusión muy importante para las organizaciones. Los espacios y menciones dependen en gran medida de la capacidad para construir relaciones con los periodistas.


Por Diego Isturiz*
 

Cuando una empresa decide abordar una estrategia de comunicación a la prensa es esencial que se formule las siguientes peguntas:
¿Es interesante lo que tengo para decir? ¿Cómo voy a transmitirlo? ¿A quién? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Planificar la comunicación en función de las necesidades de los medios es fundamental para construir relaciones de largo plazo con los periodistas. ¿Cómo se logra esto? Poniéndonos en su lugar.

Un periodista valora a la fuente que brinda información veraz, novedosa, en tiempo y forma. Así como recurrimos a un amigo que da buenos consejos, el periodista apela a la fuente confiable cuando necesita información de calidad. Y esto no es aplicable únicamente para las noticias de la empresa, sino también en temas referentes a tendencias del mercado, cuestiones sociales, económicas y políticas, entre otras, en las que la voz de la fuente tiene peso. En este sentido, es válido que ésta reconozca cuando no dispone de la información que el periodista solicita. No es cuestión de “inventar” noticias por el mero hecho de figurar en un medio prestigioso.



Siempre es preferible decir la verdad. Muchos ejecutivos de grandes empresas son capacitados con Media Training para direccionar sus respuestas hacia los mensajes clave que la empresa quiere transmitir al mercado. Ponerse el cassete ante un periodista equivale a perder credibilidad. Uno aparta a un lado su opinión para contestar lo que la empresa le exige. Ser equilibrado en ese aspecto es una tarea que se logra con la experiencia.


Otro punto fundamental es considerar la noción del tiempo. Mientras que el mundo empresario suele trabajar de 9 a 18 horas, el periodismo en su mayoría empieza su jornada bien entrada la tarde y la extiende hasta altas horas de la noche. Los feriados y fines de semana raramente existen para un periodista. Atenderlo en horarios y fechas inusuales es un gesto muy valorado.


Una nota periodística es un trabajo que lleva tiempo, sacrificio y mucha dedicación. El periodista la siente como propia y en muchos casos puede considerarla como una obra de arte. Por este motivo nunca debemos pedir a un periodista revisar su nota antes que esta sea publicada.


 
Al periodismo no le gustan los chivos. Para un periodista es realmente molesto leer comunicados de prensa vacíos de contenido, en los cuales la empresa sólo busca publicitar un producto o servicio, sin haberse planteado previamente si el anuncio era efectivamente de interés general.

Por último, es importante mantener siempre una relación profesional, cuidando el respeto y el vínculo laboral que une a ambas partes. Una cosa es tener una buena relación con los medios y otra es creer que los periodistas serán nuestros amigos incondicionales.


Estas son sólo algunas ideas. No son absolutas ni terminantes, sino que intentan acercar a
dos mundos muy distintos, pero de mutua dependencia.

*Director de AVC- Comunicación Estratégica

miércoles, 18 de enero de 2012

M-commerce, todavía un gran reto para empresas y vendedores online

A estas alturas ya nadie duda de la importancia del entorno móvil y su importancia para las empresas, marcas y vendedores. Los nuevos hábitos y tendencias de los consumidores ponen de manifiesto el aumento del uso de los dispositivos móviles como herramientas útiles para la investigación  de productos y como nuevo canal de compras online.



Sin embargo, y a pesar de la revolución tecnológica de la que estamos siendo testigos en este sector, el comercio electrónico móvil o m-commerce, sigue suponiendo todo un reto para las empresas y vendedores. Y es que según se desprende de los datos de un nuevo informe de Baynote, la proporción de compradores online que afirman que la personalización de su experiencia de compra a través de dispositivos móviles, smartphones (16,8%) y tablets (15,5%), no cumplieron sus expectativas durante la pasada temporada de compras navideñas, superando con creces al 6,64% de los que así lo afirmaban respecto a la experiencia de compra a través del comercio electrónico tradicional.



Los sitios móviles no dan la talla

Este es sin duda el gran reto para las empresas y vendedores. La personalización y adaptación de los entornos de sus sitios web comerciales para un mejor acceso y navegación de los consumidores a través de dispositivos móviles, es todavía una barrera a superar por la mayoría de las empresas.

Mientras que la experiencia de compra a través de los sitios web tradicionales fue positiva para el 95,4% de los encuestados, el el caso de los teléfonos inteligentes, fueron detectados múltiples fallos a la hora e replicar las principales características y funcionalidades de los sitios web principales.



Por ejemplo, los sitios web tradicionales de comercio electrónico mostraban una importante 'brecha digital' frente a las versiones móviles, a la hora de integrar recursos como un localizador de tiendas (82% vs 67%), video (79% vs 23%), producto o búsqueda de propiedades (74% vs 44%), y el orden o reserva de seguimiento (41% vs 20%).



Estos datos ponen de manifiesto, que a pesar de que el sector de m-commerce experimenta un rápido crecimiento, su adaptación por parte de las empresas y minoritas está siendo algo más lenta que la tendencia y necesidades detectadas entre los nuevos consumidores. Es hora de que los vendedores online, se pongan las pilas si quieren aprovechar el potencial de una gran masa crítica cada vez mayor de consumidores móviles y potenciales clientes.

Fuente: Puro Marketing

martes, 17 de enero de 2012

¿Se puede ser buen negociador y buena persona?


Suele entenderse a la negociación como un proceso del cual resulta un ganador y un perdedor. Ante una persona cuya posición está totalmente enfrentada parece haber sólo dos caminos: ceder o hacerlo ceder. Sin embargo, la creatividad puede crear valor para ambas partes. El interlocutor que proponga este camino será percibido como un socio deseable.

*Por Francisco Ingouville





La palabra negociación tiene mala imagen. Se asocia a manipulaciones, traiciones, intereses mezquinos… La misma palabra “negociado” sugiere un ilícito. Sin embargo, todos negociamos desde que nacemos hasta que morimos. Bien podría llamarse “construcción de consenso” y sonaría mucho mejor.

 Lo que mata es el supuesto

Los supuestos que tenemos sobre la negociación a menudo son profecías autorealizadas. En una buena negociación se crea valor, pero si suponemos que sólo se lo distribuye, entonces sólo se distribuirá, porque no haremos ningún intento de crearlo.

De una buena negociación las partes salen en mejores relaciones que antes, pero si suponemos que lo único que está en juego es el dinero y el otro es enemigo, entonces es difícil que eso ocurra.

En una buena negociación hay confianza y por lo tanto abundante intercambio de información, de manera tal que cada parte entiende los intereses de la otra, su situación, sus necesidades, deseos, temores y preferencias. Así, se puede ampliar la torta a repartir y crear formas de satisfacer los intereses de ambas. 


Saber que es posible

Algunas personas sostienen que no se puede aprender a negociar, que es algo innato. Quisiéramos proponer la idea de que sean cuales fueren las habilidades innatas, cualquier persona mejorará sus resultados con sólo hacer conscientes los supuestos que le impiden negociar lo mejor posible… y modificarlos.

Bucay nos hizo notar que se suele atar la pata de los elefantes a una pequeña estaca en el piso. Al elefante le sobra fuerza para arrancarla, pero las primeras veces que lo intentó era muy pequeño, y se convenció de que era imposible… Tiene un supuesto equivocado sobre su fuerza en relación a la estaca. Nunca intentará arrancarla y por lo tanto no lo logrará. Uno es como el elefante si aprendió de chico que en los conflictos unos ganan y otro pierden y por lo tanto ni considera la posibilidad de que todos ganen.

 
No ceder, crear

Es muy probable que una persona que vaya a las negociaciones con actitud de santo pierda todo en poco tiempo. No estamos proponiendo abnegación sino negociación creativa. Usar la imaginación para encontrar maneras de satisfacer nuestros intereses al máximo y los de la otra parte en forma aceptable (de manera tal en que acepte el acuerdo en que nuestra satisfacción está maximizada). 

Ser buena persona gracias a la creatividad

Ante una persona cuya posición está totalmente enfrentada con la mía parece haber sólo dos caminos: ceder o hacerlo ceder. La negociación creativa propone crear valor juntos y que los dos obtengamos lo que necesitamos. La persona que invita a este camino es considerado un buen tipo por los demás y es un socio deseable.

Los pasos de la negociación creativa

Escuchar lo que reclama el otro. Entenderlo y comprenderlo, que no significa darle la razón. Indagar las motivaciones o intereses detrás de esa posición y concentrarse en satisfacer intereses no posiciones. Reglar la relación, crear un buen clima de trabajo con el otro y trabajar juntos en busca de la solución.
Inventar en equipo muchas posibles soluciones para las necesidades de ambos. Siguiendo las reglas de la lluvia de ideas, anotar todas y separar el momento de creación del de evaluación. Terminada la creación de ideas elegir las que gusten a ambos.

Sacar los temas conflictivos fuera de la puja personal par no ensuciar la relación: no discutir el número sino el método para que ese número sea fijado por algún criterio legítimo ajeno a las partes, un criterio objetivo o un tercero imparcial elegido por ambos.

Una vez bosquejado un acuerdo ambas partes tienen que fijarse si es mejor a lo que podrían obtener en otro lado. Si no es mejor, no acordarán y adoptarán aquella otra alternativa solución.

El buen tipo se va para arriba

El negociador creativo nos cae bien porque nos escucha y nos ofrece, más que un tironeo, una relación de trabajo para beneficio de ambos. En ese proceso nos valora como socios y nos ayuda a que demos lo mejor de nosotros. Separa las personas del problema: es duro con el problema y blando con la personas. Nuestra relación sale fortalecida. La confianza mutua es un capital y será útil en el futuro. Aún en los casos en que no se opta por no acordar, se hace tas abundante comunicación y de común acuerdo.


Cuando un negociador creativo es parte de una organización, los demás suelen contribuir a que le vaya bien. Todos preferimos que ese tipo de gente (y no el otro) tenga poder. Nos da seguridad. Y colaboraremos para que lo adquiera, hablando bien de ellos, contribuyendo a que sus proyectos tengan éxito. Allanándole, en lo que podamos, el camino.


Ser latinoamericano tiene su beneficio


Los latinoamericanos tenemos una ventaja en cuanto a creatividad, en relación a países más serios. La constante adaptación a circunstancias imprevisibles, ha desarrollado en nosotros una capacidad de innovación mayor. Nuestra forma de manejar, constantemente alerta a lo que pueda ocurrir y preparados para esquivar un conductor desquiciado, un bache, un caballo o algún otro imprevisto es una metáfora de nuestro estilo de vida. Los choques de decenas de coches en fila que ocurren con frecuencia en autopistas de países desarrollados, no son tan comunes en nuestro país. No porque manejemos mejor sino que estamos más preparados para inventar soluciones no programadas. También es cierto que ponemos más corazón en las relaciones interpersonales. Eso puede ser bueno, la mayoría de las veces.




La negociación creativa, un lubricante


Vista desde arriba, una organización puede asemejarse a una máquina llena de piezas en movimiento, engranajes y poleas. Como en el motor, en la organización hay fricciones. La negociación creativa, reduce el roce, produce mayor eficiencia, menos desgaste y rotura de piezas, y mejores resultados. Si pensamos que las piezas representan a las personas hay un beneficio adicional que da sentido a todo: con negociación creativa las personas son más felices.

*MPA Harvard University, socio de Ingouville, Nelson & Asoc. Autor del libro Mejor que la mayoría.









 

lunes, 16 de enero de 2012

¿Cómo delegar a la Generación Y?



Los empleados Y, que difícilmente cumplen tareas por obligación o para satisfacer a la autoridad, nos hacen replantear los criterios tradicionales para delegar. Necesitamos flexibilidad, amplitud de conocimientos y autonomía de trabajo.

Por Nestor Rabinovich*

Vivimos la era de la velocidad, de lo fugaz, del predominio de la imagen, de lo fácilmente imitable. Vivimos una etapa donde cambió el concepto clásico de ventaja competitiva, donde las empresas deben abandonar conceptos clásicos de manuales, organigramas, modelos de dirección y liderazgo. En este contexto, ¿se puede hablar de delegar de la misma manera? Hoy comienza a predominar el trabajo en red, con liderazgos informales que cambian según el proyecto, y es evidente que tenemos cuestionar los criterios de delegación existentes, para no quedar estancados.

El presente artículo intenta esbozar algunos puntos a pensar que orienten la acción.

Delegación y jerarquías

El concepto clásico de delegación parte de un modelo expresado en el organigrama tradicional. La idea es que un superior le pasa a alguien de menor rango una tarea que espera que lleve a cabo. ¿Cuál es el escenario hoy? Liderazgos cambiantes, estructuras más horizontales y roles que requieren mayor amplitud y capacidad de complementarse, y no encerrarse en una especialidad, para la búsqueda de soluciones de negocios.

Los problemas de hoy se centran en las zonas grises que existen entre las diferentes áreas y que el organigrama no puede resolver por sí mismo. Es decir, hay que trabajar con mayores niveles de complementación.

Los nuevos criterios de delegación necesitan flexibilidad, amplitud de conocimientos y autonomía de trabajo, para poder avanzar y tomar decisiones. Nadie hará algo por el simple hecho que alguien “lo mande”, necesitamos que las personas entiendan que es bueno hacerlo, estén convencidas, sepan para qué sirve. Más aún, sean parte de la decisión. Nadie hará las cosas porque sí o para “satisfacer a la autoridad”.


Delegación y equipo directivo

Siguiendo el punto anterior, se requiere de un equipo capaz de tomar iniciativas y conductas proactivas para afrontar los desafíos cambiantes. El modelo anterior se parece más al conocido “llanero solitario”, que decide el camino a seguir, y resuelve la incertidumbre por sí mismo. Hoy necesitamos equipos de alto rendimientos, con niveles de autoridad para decidir, y tolerancia al error. La base: generar motivación y pertenencia, y el deseo de ser parte de algo que les aporta significado. Ya no sólo vale la marca hacia afuera, si no hacia adentro. También es importante compartir información que antes sólo estaba reservada para el dueño o algún gerente, como aspectos de la rentabilidad, que parecían ser tema oculto. Ahora necesitamos compartir, para generar compromiso y autonomía.

La confianza

En el contexto descripto, donde cada vez es más común el teletrabajo, es clave la confianza. ¿La fórmula? Confianza + reconocimiento + coherencia= competitividad y rendimiento. Cuanto más confiado y a gusto, el personal amplía su capacidad, en circunstancias en que necesitamos del máximo de creatividad, iniciativa y pasión en el desempeño. De qué sirve hoy personas correctas y obedientes, pero que no aportan todo lo que se requiere. En este sentido, delegar presupone reconocer, acompañar y dar lugar a desarrollos personales que se encuentren en línea con los objetivos de negocios. También tenemos que aprender a evaluar clima emocional y medir grados de confianza interno, que son fundamentarles al momento de aprovechar oportunidades y neutralizar amenazas.

Objetivos y resultados

Un error común es creer que se delegan tareas. De lo que se trata es de delegar resultados esperables de la gestión. Por lo tanto, es ineludible planificar y dirigir por objetivos. Claro que sobre esto se habla mucho pero se aplica poco. Sin embargo, es definitorio a la hora de desarrollar directivos y sistemas de delegación eficaz. Porque lo importante es definir los resultados esperados, donde cada uno pueda elegir caminos posibles para lograrlos. La función directiva consiste en lograr que otros hagan, y por lo tanto, ¿de qué sirve estar controlando lo cotidiano de cada uno? Se trata de tener claro los aspectos clave y medir resultados. Nuevamente, es central generar nuevos niveles de autonomía, confianza y motivación, que permitan el logro de objetivos superadores. A su vez, de esta manera, generamos un sentido de contribución, indispensable como motor de nuestra empresa. El cumplimiento de objetivos permite un círculo virtuoso, donde alimentamos la confianza, disposición, nuevos conocimientos y herramientas para abordar los desafíos constantes a que nos invita el contexto.

Delegación e innovación

Innovar ya no es una circunstancia azarosa, producto de algún iluminado que dedica su tiempo a inventar algo nuevo. Innovar y crear es condición de subsistencia. Hoy todo es fácilmente imitable, por lo tanto es fundamental desarrollar un grado interno de “ebullición” de ideas, donde podamos siempre avanzar con algo diferente, o que al menos lo parezca. Para que ese clima interno exista, es requisito un sistema de delegación eficaz. Necesitamos a todos, en cualquier nivel de la empresa, estén abiertos y sean capaces de pensar caminos alternativos. Y esto sólo es posible con personas con iniciativa. ¿Adónde podremos llegar si cada miembro del staff sólo mira “hacia arriba” cada vez que quiere dar un nuevo paso? Dentro del mecanismo de delegación tradicional, se produce este efecto no deseado.

La gestión del conocimiento

La ventaja competitiva ya no está más en el producto o servicio. Se encuentra en el modelo de gestión general, y del conocimiento en particular. Si todo es rápidamente perecedero, ¿qué nos diferencia entonces? La respuesta: el conocimiento. Pero entendido no como el cúmulo de información, si no como el conjunto de aprendizajes aplicados. El conocimiento está en todos, y si revisamos la historia, veremos cómo fuimos creciendo y aplicándolo. Sucede que la mayoría de las veces lo desconocemos y no aprovechamos al máximo las fortalezas que derivan de dicho conocimiento, que es nuestro mayor activo, que a su vez, no figura en ningún balance ni medición. ¿Cómo lo podemos fortalecer? Un método consiste, ante cualquier evento en la vida de la empresa, en realizar una serie de preguntas: ¿Qué debería haber pasado? ¿Qué pasó efectivamente? ¿Por qué hay diferencias? ¿Qué podemos aprender?

Estas preguntas y sus respuestas s lo serán efectivas y propiciarán el aprendizaje si delegamos por objetivos y resultados, donde cada uno será responsable de su gestión, tendrá su margen de error, y el sistema en su totalidad aprenda y así incremente conocimientos. De nada sirve, de nuevo, que sólo algunos supuestos iluminados carguen con los objetivos y no incorporen a otros.

En el siglo XXI, donde priman las redes, la horizontalidad, la informalidad en los liderazgos, debemos generar niveles de delegación aptos a dichas circunstancias, sin lo cual será difícil atravesar con éxitos los nuevos desafíos.

Ante estas ideas, escucho con frecuencia de parte de los directivos, que “estamos ocupados en apagar los incendios cotidianos”, “tenemos muchas cosas concretas en las que estar ocupados”, “no tenemos tiempo para dedicarnos a pensar, tenemos qué hacer”. Entonces, si nadie dispone de una brújula en la empresa, que señale algún norte o dirección, sólo estaremos a merced del viento. Debemos cuestionar los modelos de pensamientos vigentes, para afrontar con éxito el futuro. Se trata de encontrar criterios nuevos de delegación, que incrementen conocimiento y sabiduría de nuestra gente, que es nuestro verdadero atributo diferencial.


 

viernes, 13 de enero de 2012

El 68% de los compradores son impulsivos. El punto de venta, esencial para los comerciantes

Los pequeños comerciantes pueden combatir a los grandes si utilizar correctamente las herramientas que el marketing les brinda

La radiografía del consumidor es clara: el 68% son impulsivos, y de ellos, casi el 81% son mujeres. Los consumidores se dejan influir por descuentos y ofertas y por el estado de ánimo, según un estudio realizado por la consultora de marketing RMG & As

El perfil del consumidor ha evolucionado a lo largo del tiempo, modificando sus hábitos de compra de manera y provocando cambios en los modos de promocionar los productos. En la actualidad, el 68% de los consumidores realizan sus compras de manera impulsiva, según se desprende del estudio realizado por la consultora de marketing estratégico Rmg & Asociados. Los encuestados lo definen casi un 81% son mujeres, y su actitud de compra se ve influida sobre todo por el estado de ánimo, por las ofertas y por las promociones.

En este sentido, hay que reseñar que la actual situación ha influido negativamente en los hábitos de compra. Casi el 51% de los encuestados reconoce que gasta menos y que realmente compra lo que necesita, frente a un casi 10% de encuestados que han mantenido sus costumbres de compra.

En el apartado de las rebajas, casi un 32% de los encuestados considera que se trata de un momento de oportunidades en la compra de productos, especialmente en época de crisis, en la que los comercios no han vendido todo lo esperado. Sin embargo, hay que destacar que el 36% de las personas consultadas opina que los productos son de menor calidad y más del 20% cree que las rebajas son ficticias, aunque reconocen que sí compran en ellas.

El punto de venta, esencial

La gestión en el punto de venta es otro de los factores que determinaron al consumidor de 2011. Un 64% de los encuestados cree que se trata de una labor fundamental, y por ello "los pequeños comerciantes podrán combatir con los grandes, siempre y cuando quieran y sepan utilizar las diferentes herramientas que el marketing les brinda". Además, la figura del vendedor se convierte en clave en el proceso de compra según un 62%, quienes valoran especialmente el trato recibido.

Actualmente, casi la mitad de los encuestados se considera proclive a comprar marca blanca o de distribuidor, con un 47%, aunque siempre dependiendo del tipo de producto del que se trate. De las herramientas que utilizan los establecimientos para fidelizar al cliente, el 29% de los encuestados piensa que la mejor es la atención profesional del vendedor, seguida muy de cerca por los descuentos, con el casi el 26%.

Fuente: Puro Marketing